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Mercado de Objetos Fantásticos de Ulabelle es una de las mil maravillas de La Fortaleza del Viento Sollozante.

El nivel entero es un lugar de compra y venta (también, por supuesto, de intercambio) de objetos mágicos. Setenta millas cuadradas de tiendas, bazares, palacios de mercaderes, (un día os hablaré de los Palacios, fortalezas dentro de la Fortaleza que ascienden varios niveles por dentro del Dungeon), anticuarios, concejos de ladrones especializados en recuperación de objetos por todo el mundo de Infinity Dungeon, tiendas de licores raros, catálisis alquimistas…todo lo que desees comprar en un mercado del tamaño de una inmensa ciudad.

El Mercado de Ulabelle posee algo que pocos de entre todos los miles de niveles pueden decir poseer, acceso a dos puentes de conexión con el exterior. En el noroeste y en el sur de la fortaleza, dos bien vigilados accesos permiten a los viajeros acceder al nivel del mercado, sin tener que pasar por alguno de los niveles cercanos, alguno de ellos bastante hostiles. Uno de ellos, el de la cara Sur, es lo suficientemente grande como para permitir el paso de carromatos, y los gerentes del mercado (La Cofradía de Ulabelle) se han encargado de tender una jaula de acero en forma de cúpula para proteger ambos accesos de las arpías y las demás cosas que pululan por los exteriores de La Fortaleza.

Gracias a ello, el Mercado se encuentra siempre abastecido de productos y de clientes, y los Gerentes de la Cofradía de Ulabelle se frotan las manos con los beneficios, siempre crecientes.

La misma Cofradía es un conclave de personajes interesantes. No son un conjunto de mercaderes, ni de ricos avariciosos, sino un conjunto de personas dispares (desde elfos y enanos a humanos y, por supuesto, kobolds, los kobolds son muy importantes mercaderes en el mundo de Infinity Dungeon) con un objetivo común, la adoración de Ugrundy, el dios de las Profundidades, el más importante dios del bien del que cada uno de los miembros de la Cofradía es paladín, sacerdote o guardián.

Los objetivos de los cofrades son desconocidos, pero si se alinean con los de su dios, tendrán algo que ver con el orden y la extensión de la civilización.Sea como sea, disponen de recursos suficientes como para mantener el nivel y a sus habitantes y visitantes a salvo.

Si los personajes no tienen una base propia dentro de La Fortaleza del Viento sollozante, podrían utilizar este nivel como sede para sus aventuras, o como lugar de reagrupación tras ellas. El mercado cuenta con algunas muy buenas tabernas y pensiones, algunas de ellas discretas o incluso ocultas, con clientes muy exclusivos de dentro y fuera del Dungeon. Numerosos nobles, demonios reencarnados, lores de roca y princesas renegadas frecuentan el nivel, tanto de forma pública como en escapadas privadas, y a veces viene bien contar con un discreto lugar de reunión que no salga en los mapas ni sea muy conocido por los habitantes del Mercado.

Un lugar bastante civilizado, para lo que suele ser la Fortaleza, en el que, en resumen, los personajes podrán disfrutar de un momento de paz, reabastecerse para sus aventuras o vender las incontables maravillas que puedan encontrar en La fortaleza del Viento Sollozante.